Las Cervezas Irlandesas, están ligadas a la cultura del país desde hace más de 5.000 años. Se calcula que la producción de Cerveza en Irlanda comenzó en esta época y se hacía con una mezcla de granos fermentados.

Poco a poco, los productores empezaron a desarrollar nuevas combinaciones, y con la llegada del Lúpulo importado de Inglaterra se incluyó este producto en su mezcla.

En torno al año 1760 comenzó a tomar fuerza la combinación que distingue a la producción Cervecera Irlandesa, la Stout. Se relaciona con un tipo de bebida fermentada de muy baja calidad, pero que en Irlanda, se renovó y perfeccionó para crear una bebida oscura que se torna negra una vez servida, con una espuma cremosa y exquisita, y que hoy en día, es la mejor representante de la Cerveza Irlandesa de la actualidad.

El secreto del sabor y la textura de la Stout, es que utiliza malta a la que se le somete hasta a 200° de calor y así se consigue un tostado máximo, parecido al que se aplica al grano de café. Además, este tipo de Cerveza contiene una cantidad de nitrógeno muy elevada, casi el 80%, que hace que al servirla el nitrógeno ascienda y provoque el cuerpo denso y el color negro por el que esta cerveza es reconocida.