Alemania es un país con una larga e importante tradición cervecera, ya que las Cervezas Alemanas se bebían desde la época de las invasiones romanas.

Principalmente, la elaboración de la Cerveza está muy ligada a Monasterios y Abadías, aunque en el siglo XIII dejó de ser algo exclusivo para estas instituciones y aparecieron Maestros Cerveceros entre la población civil.

La considerada como la primera fábrica en la historia dedicada a la elaboración de Cerveza Alemana, data de 1040 y es la Abadía de Weihenstephan. Hoy en día se continúa fabricando según la “Ley de la Pureza Alemana” de 1516 y de manera tradicional.

Esta Ley es una de las señas de identidad de la Cerveza Alemana, que se creó entre otras cosas, para impedir que se añadiesen impurezas a las recetas, ya que según esta Ley sólo se podía elaborar Cerveza usando como ingredientes cebada, lúpulo y agua.

Cuando hablamos de estilos de cervezas alemanas, podemos considerarlo más como una división por regiones: Baviera, Berlín, Colonia, Düsseldorf, baja Sajonia, Einbeck, o Franconia. Algunas conservan la elaboración de Ales y otras optan más por las recientes Lager.